sábado, 2 de enero de 2010

Sobre el consumo

Antes que nada, debo destacar que soy una convencida “frugalista”, término que está de moda para significar aquellos que viven con modestia y moderación. Compro lo que necesito, regalo lo que no uso, y solamente rompo el chanchito virtual de plástico para una orgía de libros.
Y bien, esta Navidad me produjo un desagradable momento, cuando vi a mis nietos rodeados de muchos juguetes, imitaciones plásticas de figuras de los ex dibujos animados, hoy “pelis”, con mucho brillo y poca carnadura.
¿Acaso el mundo quiere hacer de mis nietos unos perfectos consumistas? ¿Los prepara para una vida en la cual tanto tienes, tanto vales? ¡Qué pena! ¡Qué sensación de pobreza espiritual me dio ese fárrago de bolsas, papeles y moños, debajo de un árbol que recuerda a Navidades que no son las nuestras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario